MAKE & TOUCH fue un proyecto para crear una firma de cosmética personalizada. La idea era permitir al usuario diseñar su propia crema facial a través de un diagnóstico especializado que configurara una fórmula única y exclusiva. Con una gama de activos (cremas base) y concentrados (sueros y aceites) era posible crear combinaciones diferentes y garantizar un tratamiento para cada tipo de piel.
El punto de partida para diseñar la marca fue su valor diferenciador, la personalización del producto, concepto que se sintetizó gráficamente con dos formas en el punto de tocarse, de unirse, de combinarse, para crear algo nuevo y único. La degradación de los dos colores corporativos refuerzan este concepto y aportan otro valor a la marca: el trabajo con productos naturales.